LA DIRECCIÓN ORQUESTAL; LIDERAZGO, EFICACIA, EMPATÍA... !CLARIDAD!

Se entiende la Técnica de Dirección como el Conjunto de Contenidos Conceptuales, Procedimentales, Actitudinales y Espirituales que nos posibilitan alcanzar los objetivos de dirección: NO SÓLO SON GESTOS, SINO TODO LO QUE NOS PERMITA ALCANZAR NUESTROS OBJETIVOS.



Muchas Escuelas de Dirección pueden explicar de forma teórica y científica cómo hacer las cosas; pero en la Técnica de Dirección, como en otras muchas actividades humanas, no siempre lo lógico y científico es lo que funciona y da resultado: la experiencia de un Maestro no teórico sino ejercitado en la práctica y en el ejercicio diario de su profesión.

Los primeros directores, si los podemos llamar así, se limitaban a marcar la pulsación dando golpes con la mano sobre el facistol. Más adelante lo hicieron golpeando con un bastón o una caña sobre el suelo, pero, como escuchar esos golpes era sumamente molesto, se optó por enrollar una hoja de papel y  teniéndola asida por el centro, con simples balanceos se marcaba el tiempo. Más tarde estos procedimientos se sustituyeron por los brazos del director y para que éstos fueran más visibles ante las grandes masas orquestales, se prolongó uno de los brazos con la ayuda de la batuta.

Desde el nacimiento de la figura del director hasta hace unas pocas décadas la persona que desarrollaba la función de dirigir era uno de los componentes de la orquesta o grupo coral, casi nunca se acudía a músicos ajenos a ella. Hoy, en cambio, se elige a personas altamente cualificadas que se hacen cargo de  las agrupaciones musicales durante un período de tiempo más o menos largo; a éstos los llamamos directores titulares, y para series de conciertos específicos se cuenta con la figura de los directores invitados.

Dado el elevadísimo coste “monetario”, de tiempo y de personal que implican los montajes de los diferentes conciertos o espectáculos musicales, hoy se necesitan directores que con una técnica depurada sean capaces de hacer funcionar a cualquier  tipo de orquesta o coro empleando un reducidísimo número de ensayos. Esto también es aplicable a la enseñanza musical, un maestro con unas nociones básicas sobre la dirección musical tiene la posibilidad de conseguir buenos resultados sin emplear más tiempo y esfuerzo que el necesario, y sin necesidad de ampliar el número de ensayos.

Resultado de imagen de directores de orquesta

FALSAS CREENCIAS
-El Direct@r debe Dirigir siempre con Gestos Precisos.
-El Direct@r debe Dirigir siempre con Gestos Claros.
-El Direct@r debe dar Todas las Entradas.
-El Direct@r Debe Dirigir todos los compases
-El Direct@r Debe Dirigir siempre “a tempo”.
-Los músicos deben seguir siempre al Direct@r.
-El Direct@r debe dirigir siempre con Gestos Activos.
-La Música sale sólo con marcar todo Claro y Preciso.
-La Interpretación final debe estar establecida de manera apriorística.
-Todo hay que interpretarlo “según el estilo y la tradición”.
-No existen Leyes Universales de la Música que puedan ser aplicables a cualquier obra.
-Sólo es necesario mi presencia “Mágica” para que brote la música por doquier.

Nota: ¿Alguna persona razonable puede creer que un Direct@r es mejor que otro por marcar mejor los compases y dar mejor las entradas?

Porque un directivo en una empresa determinada o un Direct@r de orquesta NO SON GUARDIAS DE TRÁFICO, ¿VERDAD?...

Para terminar, varias reflexiones:

-¿Creéis, realmente, que la superabundancia de gestos, muchos inútiles, tienen un efecto positivo en la interpretación de los dirigid@s?

- No olvidemos nunca que un auténtico Direct@r da siempre una sensación de armonía y equilibrio que, sin duda, se traduce en aplomo y seguridad para los dirigid@s.


Porque todo es sinónimo de Claridad