Las “unidades mínimas” o dicho con
otras palabras la mínima expresión sonora se reduce a los sonidos encapsulados
en convenciones culturales. Es decir, las “notas” musicales, que en nuestra cultura
musical occidental, son las ya sabidas, desde el do hasta el si. (Eso en transcripción
“latina”, en anglosajona, desde la “A”, nota
La, hasta la “G”, nota Sol).
Podemos decir que la máxima expresión del ser conscientes de esa cantidad
de unidades mínimas, ese material mínimo agregado fue el barroco. Es por ello que la “ciencia” musical llamada
contrapunto, o lo que es lo mismo, aquella que estudia este material de forma
agregada horizontalmente, es decir, la melodía, nos pone al corriente de lo que
sucede cuando este material conforma una melodía contra otra melodía, o una
nota contra otra nota. Y el periodo de
esplendor (aunque empieza en el renacimiento) de esta ciencia musical fue evidentemente el barroco. Y
precisamente la forma musical de mayor
esplendor en esta época estética fue la fuga, máxima expresión del contrapunto.


Ahora prepárense, porque voy a dar un salto “cuántico”, bajo un titular que
les puede parecer extraño; J.S. BACH fue
el primer data manager de la historia. Voy a añadir algo que entiendo que estés exclamando en este mismo momento; ¿Ein? = ¿Quéloqué?
Pero vayamos por partes, todo aquel que haya escuchado algo de barroco, se
habrá dado cuenta de la enorme densidad de elementos básicos (notas) tratados,
tocados de manera horizontal, en secuencia temporal (melodía). Y a su vez, de
la enorme cantidad de secuencias temporales (melodías) tocadas al mismo tiempo.
Es decir, densidad sonora en base a
expresiones mínimas de sentido, organizada de manera secuencial bajo relaciones
matemáticas precisas. Cualquiera que haya escuchado una fuga de J.S. BACH sabrá
de lo que estoy hablando. La fuga musical es una forma musical excelentemente
articulada matemáticamente, no me voy a extender sobre esto, pero si os interesa hay multitud de vínculos en la red sobre todo esto que os cuento.
¿Y qué es lo que hacía J.S.BACH? a parte de trabajar y trabajar :-), dotar de sentido a su mar de datos particular,
el dato básico, las notas, con el propósito de la búsqueda de una expresión
sonora particular, o dicho con sus propias palabras, “acercarme al creador, el único propósito y razón final, la gloria de Dios y el alivio
del espíritu”.
Pero… ¿Cuál era su proceso creativo?,
la acumulación de grandes cantidades de notas, con procedimientos
usados para encontrar patrones repetitivos con sentido dentro de ese mar
gigantesco de notas. Las dificultades
más habituales con las que se encontró están vinculadas a la gestión de estas
cantidades de notas y se centran en identificar el objeto de sentido estético, la selección de las notas, el análisis de las
mismas y su entramado de relaciones matemáticas, la visualización y su correcta
reproducción.
Y ahora voy a pegar una definición muy basiquita de lo que es o a lo que se
está llamando “big data”; un concepto que hace
referencia a la acumulación de
grandes cantidades de datos y a los procedimientos usados para
encontrar patrones repetitivos dentro de esos datos.
Ahora pónganse una buena obra de este gran genio de la música, y escúchenlo.
Observen los patrones matemáticos musicales extraídos de ese mar de datos-notas,
con el sentido de dotar a todo su entramado compositivo de una expresión sublime,
más allá de la materia tangible. Ah, y
dense cuenta de otra cosa, las notas, son datos… ¡estructurados!. :-)
musicayempresa musica y empresa talleres de musica y empresa